Panamá ha dado un nuevo paso en su proceso de adhesión al Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales (Convenio del Agua) con la organización de un taller nacional los días 6 y 7 de diciembre, que reunió a más de 60 partes interesadas para determinar las prioridades para la futura aplicación del Convenio, basándose en los 30 años de experiencia y herramientas de la Convención.
"El agua es lo que nos une. No conoce fronteras. El agua es un instrumento de paz entre las naciones y de desarrollo sostenible", declaró Janaina Tewaney Mencomo, Ministra de Asuntos Exteriores de Panamá.
El Presidente del Convenio del Agua, Harry Liiv, se felicitó de los avances de Panamá hacia la adhesión y destacó que el Convenio ofrece un marco excelente para trabajar en la conservación conjunta de las cuencas transfronterizas.
Por qué es importante la cooperación en materia de agua en la región
La Viceministra de Medio Ambiente, Diana Laguna, destacó la importancia de la adhesión y la futura aplicación de la Convención para facilitar la cooperación y la toma de decisiones basadas en intereses comunes entre las partes interesadas de las cuencas transfronterizas.
Panamá tiene una ubicación geográfica única, siendo un puente natural y un corredor biológico vital que conecta las Américas. Alberga una variedad de ecosistemas diversos que incluyen selvas tropicales, humedales de manglares y cadenas montañosas. Entre los cursos de agua compartidos se encuentran las cuencas de los ríos Sixaola y Jurado, compartidos con Costa Rica y Colombia respectivamente. Panamá y Costa Rica trabajan conjuntamente para coordinar el desarrollo de la cuenca del río Sixaola a través de una Comisión Binacional.
Beneficios de la adhesión para Panamá
Todos los Estados miembros de la ONU se han comprometido con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y, en particular a lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre el agua a través de la gestión integrada de los recursos hídricos, incluso mediante la cooperación transfronteriza. En 2020, Panamá identificó algunos desafíos para lograr ese objetivo, incluida la falta de datos e información, la fragmentación institucional y el aumento del riesgo y la creciente ocurrencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos.
El Convenio del Agua proporciona un marco jurídico e intergubernamental eficaz para la cooperación internacional. Insta a las Partes a prevenir, controlar y reducir los impactos transfronterizos negativos sobre la calidad y la cantidad de agua, a utilizar las aguas compartidas de manera razonable y equitativa, y a garantizar su gestión sostenible a través de la cooperación. La adhesión al Convenio permitirá a Panamá beneficiarse de apoyo internacional y reforzar la gestión y regulación de las aguas transfronterizas. El Convenio también apoya a los países en la adaptación y mitigación del impacto del cambio climático en las cuencas transfronterizas, incluso a través de la Red Mundial de Cuencas que Trabajan en la Adaptación al Cambio Climático, a la que pertenece la cuenca del río Sixaola.
Impulso en América Latina y el Caribe
En América Latina, el 71% del agua superficial procede de cuencas hidrográficas compartidas. Sin embargo, la región no está en vías de alcanzar la meta 6.5 de los ODS, que exige que las cuencas transfronterizas cuenten con acuerdos operativos para la cooperación en materia de agua. Tras el interés de países como República Dominicana, la adhesión de Panamá al Convenio podría ser un catalizador para atraer a más países de la región. La adhesión también pondría de relieve el compromiso de Panamá con la cooperación transfronteriza antes y durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua que se celebrará en Nueva York en marzo de 2023.
Para más información:
- Preguntas frecuentes sobre el Convenio del Agua de 1992
- El Convenio del Agua: una respuesta a los desafíos mundiales del agua